El aumento del coste en los precios de las materias primas ha provocado que muchas empresas constructoras tengan que parar sus proyectos o posponer nuevas inversiones en la construcción de vivienda.
Las causas de este fuerte aumento de costes son varias. Inicialmente fue la pandemia y los cuellos de botella provocados por las cadenas de suministros, que llevaron a la escasez de los materiales. En la actualidad es la guerra de Ucrania la que ha provocado un fuerte crecimiento en los costes de los materiales.
Según refleja el Índice de Costes Directos de Construcción que elabora ACR, la guerra de Ucrania ha provocado una subida del 23,5%.
¿Qué está pasando ahora?
Desde el segundo trimestre del año parece que se ha producido un estancamiento o incluso una caída de los precios de los materiales más utilizados en la construcción de vivienda, como el cobre, el aluminio o el acero, que llegaron a triplicar su precio durante los dos años de pandemia.
Según un reciente informe de la consultora CBRE el incremento de los materiales utilizados en la construcción podría estar llegando a su fin.
La consultora afirma que estos materiales están cerca de alcanzar su máximo y que habrá un descenso gradual durante la segunda mitad de este 2022. Este ajuste revertirá en un tercio el incremento en el coste de materiales que se ha producido durante los últimos dos años. Y en 2025 se llegará a absorber el sobrecoste.
Y es cierto que algunos de los precios de estos materiales han evolucionado en este sentido. Después de meses en continuos máximos, materiales como el acero y el aluminio, los más afectados por la guerra en Ucrania, han comenzado a bajar.
El cobre y el plomo también han reducido su precio un 20% y la madera tiene un precio tres veces menor al que llegó a costar poco después de la invasión.
Obra de vivienda residencial: ¿cómo le afecta?
Según Tinsa, el precio medio de la vivienda en España registró en julio un incremento interanual del 8,9%. Un aumento del 0,9% con respecto al mes de junio.
CBRE estima una subida de entre seis y ocho puntos porcentuales adicionales a medida que se comercialicen las viviendas construidas durante este período inflacionista.
Pero a pesar de esta ralentización, el aumento que se ha producido en las primeras materias mantendrá el mercado todavía paralizado en muchas de sus promociones, ya que los costes presupuestados no tuvieron en cuenta los incrementos del precio de las materias primas ni los de la energía o los combustibles. Y estos son una parte muy importante de los costes del sector. Por ello se calcula que se tendrán que elevar los precios de estas promociones entre un 25% y un 30%.
A pesar de esta situación, los precios aún se encuentran por debajo de los registrados en el boom inmobiliario y según Tinsa, son “niveles moderados”.
Falta de mano de obra cualificada.
A todo ello se ha de añadir el problema de la falta de mano de obra cualificada. Un problema que se agudizó después de la crisis de 2008.
Ya hace unos meses la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) realizó un informe sobre el estado de la mano de obra elaborado entre casi medio millar de compañías asociadas.
El 65% de estas compañías afirmaba tener “extremadamente difícil” contratar encargados de obra. Y apuntaban que entre los perfiles más difíciles de contratar también están los capataces, albañiles, encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón, así como carpinteros, instaladores de fachadas técnicas, montadores de prefabricados estructurales, especialistas en trabajos verticales u operadores de grúas, montacargas y de maquinaria similar de movimiento de materiales.